Bien dicen que para el amor no hay edad y mucho menos importa la distancia cuando se ama de verdad. Aunque no muchos creen en los cuentos de hadas, estas mujeres soñaron en grande e hicieron realidad su propio cuento al lado de su príncipe azul. ¿Y la mejor parte? ¡Son mujeres latinas!
Esta tercia de mujeres latinas no solo enamoraron a un príncipe, sino que se convirtieron en princesas y reinas. Nos queda claro que imaginaron su ‘final feliz’ y quizá no pensaron que encontrarían el amor en diferentes continentes. Pero hoy, son mujeres latinas convertidas en toda una celebridad mundial.
Máxima de Holanda
En 1999, la vida de la argentina dio un giro de 180 grados. Durante una fiesta en Sevilla conoció al ‘hombre de su vida’. Guillermo de Orange, heredero al trono de los Países Bajos, conoció a Máxima cuando la invitó a bailar aunque él no era muy buen bailarín. Ella se dio cuenta de este ‘pequeño defecto’ y bromeó con él al decirle que ‘estaba hecho de madera’. Guillermo tomó el comentario con la mejor actitud y quizá fue este pequeño chiste el que lo conquistó de por vida.
Como en todo cuento, aquí también hubo ‘villanos’. Y es que los padres de ambos se oponían a su relación porque representaba una complicación por conflictos de intereses. Pero Guillermo y Máxima decidieron caminar juntos pese a todo pronóstico y su amor triunfó.
Máxima es una de las mujeres latinas más preparadas y siempre estuvo dispuesta a ganarse a todo un país. Se dedicó en cuerpo y alma a aprender todo lo relacionado con su prometido y Holanda se rindió a sus pies desde el día en que la presentaron oficialmente como la novia y prometida de Guillermo. Para muchos es la reina perfecta por ser encantadora, amable, empática y trabajadora.
Tatiana Blatnik
Ella es una de las mujeres latinas considerada como ‘ciudadana del mundo’. Y fueron precisamente sus ganas de ‘comerse al mundo’ las que llevaron a esta venezolana muy lejos. Digamos que ¡hasta Grecia!
Pero debemos resaltar sus orígenes pues sus padres son de origen esloveno y alemán. Sin embargo, Tatiana se crió en Suiza en un internado donde pasó gran parte de su infancia y vivió su juventud en Estados Unidos cuando decidió estudiar sociología. ¡Toda una mujer de mundo!
Al conocer al príncipe Nicolás, hijo del rey Constantino de Grecia, sabía que su destino cambiaría. Su primer encuentro entre amigos fue suficiente para darse cuenta de que eran el uno para el otro. Mientras Nicolás quedó prendado de su belleza e inteligencia, ella no tuvo reparo en conquistarlo con sus habilidades para los idiomas y su sencillez.
Más allá quedaron esos 11 años de diferencia de edad pues desde su primer encuentro, no volvieron a separarse hasta formalizar su relación un año después. Hoy, son una de las parejas más estables de la realeza que vive feliz en familia. Pero Tatiana no ha perdido su esencia pues desde el principio de su noviazgo con el príncipe, se ha mantenido como una ‘mortal’ que disfruta su vida, su familia y el amor de su marido sin tomar en cuenta que pertenece al exclusivo círculo de la realeza europea.
Tatiana Santo Domingo
Ella pertenece a uno de los países más coloridos de Latinoamérica. Las mujeres latinas de esa comunidad son sumamente alegres y extrovertidas. Jamás nos hubiéramos imaginado que esa chispa conquistaría a uno de los solteros más cotizados de Mónaco.
Aunque no se convertirá en reina, Tatiana forma parte de una de las dinastías más famosas y exuberantes de Europa. Su relación con Andrea Casiraghi, el hijo mayor de Carolina de Mónaco, es por demás estable y todo el país la respalda.
Como ‘jóvenes rebeldes’, su historia de amor fue sumamente polémica. ¿La razón? El ‘back’ de Tatiana. Y es que ante los ojos de la realeza, la joven no cumplía con el estereotipo de una mujer digna de un príncipe. Tatiana es el vivo ejemplo de una mujer latina colombiana: con vestidos coloridos estilo bohemio o incluso, hippie chic, su vocabulario no era el más apropiado para el principado monegasco y su sentido del humor era por demás escandaloso. Básicamente era una mujer que disfrutaba su independencia y libertad a tope.
Pero se cruzó con el soltero de oro y su vida cambió. Más allá de los protocolos reales, la pareja se mudó a un departamento en París. Sí, sin un compromiso formal y sin planes de boda. Pero su amor fue tan intenso que su relación prosperó y rápidamente iniciaron una familia. Antes de casarse por el civil dieron la bienvenida a su primer hijo, Sascha, en 2013. Hoy son padres de dos hijos más: Indian y Maximilian.
Esta pareja llama la atención del público pero se mantiene alejada del tumulto de la prensa. Sólo se deja ver en eventos públicos y tratan de llevar una vida tranquila aunque su labor altruista y su trabajo en pro de los niños del mundo es sumamente sobresaliente.
Pero tal parece que este latin power no quedará aquí. Es muy probable que este fin de semana se lleve a cabo la boda entre otro príncipe soltero cotizado de Europa. Se trata de Josef-Emanuel de Liechtenstein con Claudia Echevarría, otra mujer latina y ¡colombiana! Así que pronto les traeremos los pormenores de esta primera gran boda real del 2022.