Apenas han pasado seis días desde que Carlos III ascendiera al trono de Reino Unido, pero el nuevo monarca ya se encuentra en el ojo del huracán. Primero fue durante el acto de su proclamación, cuando visiblemente fastidiado hizo gestos a sus cortesanos para que retiraran un tintero del escritorio.
Ahora, el nuevo desplante del rey se dio durante la firma de otro documento. Esta vez, debido a que se manchó los dedos con la tinta de una pluma. “¡No puedo soportar esta maldita cosa!”, se le escucha decir en un video que ya le dio la vuelta al mundo. “No puedo soportar lo que hacen todo el maldito tiempo”.
Lo anterior sucedió durante la ceremonia de la firma de proclamación en el Castillo Hillsborough de Irlanda del Norte.
En el video, difundido por CBS News, se ve a Carlos III sentado en un escritorio, en presencia de su esposa, la reina consorte Camila, y cuando se dispone a firmar el documento, pregunta la fecha: “¿Es 12 de septiembre?”. Sin embargo, uno de sus asistentes le responde: “Es 13, señor” y él exclama: “¡Oh, Dios!, he puesto mal la fecha”.
Entonces, se aprecia cómo Su Majestad tacha los datos erróneos y se dispone a escribirlos correctamente cuando, por accidente, se mancha los dedos.
Mientras se limpia, Camila recibe de él la pluma para que también firme: “Oh, Dios, odio esto”, vuelve a decir Carlos. “¡No puedo soportar esta maldita cosa!”, estalla con enfado y abandona la sala, sin esperar a la reina. “Es asqueroso todo el tiempo”, dice con frustración.
¿Será que el nuevo rey se pone nervioso durante los actos públicos o simplemente no es naturalmente amable como su madre, la reina Isabel II?
Carlos III despide a sus trabajadores de Clarence House
Hace unos días te contábamos de todos los cambios que Reino Unido enfrentará ahora que Carlos III es rey. Desde nuevos sellos postales, hasta renovación de pasaportes, pasando por un cambio en la moneda. Pero, lo que no se pronosticaba son los más de 100 despidos de empleados de Clarence House, la anterior residencia oficial del nuevo monarca.
La noticia les llegó a prácticamente a todos los trabajadores, con una carta de Sir Clive Anderton –que lleva siete años como secretario privado principal de Carlos–. En ella se avisa que los departamentos de la casa “cesarán su actividad”, y que los puestos de trabajo asociados a dichos departamentos “ya no serán necesarios”.
De acuerdo con el periódico “The Guardian”, la misiva fue enviada y recibida durante la misa en honor a Isabel II el lunes, en Escocia.
Esta noticia, cuando aún no termina el duelo por el fallecimiento de la reina, ha caído como balde de agua fría en la opinión pública británica. Todos los medios han hecho eco de esta información que no deja bien parado al rey.
El aviso detalla que el despido no será inmediato, sino que se tratará de una regulación laboral que tendrá lugar luego de un período de consultas –obligatorio por ley en el Reino Unido–.
El impacto de esta noticia ya causó la primera crisis de relaciones públicas de Carlos III, por lo que uno de sus portavoces ya emitió un comunicado en el que detalla que están trabajando “con urgencia” para “encontrar puestos alternativos para la mayoría del personal”, que ha proporcionado “un extenso y leal servicio”.
Quién sujetará la corona del nuevo rey Carlos III
Carlos III anunció otra modificación sorprendente: el marqués David Cholmondeley, de 62 años, el hombre que llevaba más de tres décadas sujetando la corona de la reina en los actos solemnes, además de amigo del rey, ya no desempeñará un papel importante en las ceremonias más formales de la monarquía, como la apertura y cierre del Parlamento.
La familia de Cholmondeley llevaba tres generaciones de servicio –el cargo es al mismo tiempo hereditario y dependiente de la voluntad del soberano–. El lord gran chambelán es uno de los mayores puestos ceremoniales al servicio de la corona británica.
En lugar de Cholmondeley, Carlos III eligió a otro septuagenario como él, lord Rupert Carrington, quien aparte de su nueva ocupación, con espada y traje ceremonial cuando la ocasión lo amerite, es un hombre de negocios y ex miembro de la Cámara de los Lores.