Es oficial: Reino Unido tiene un nuevo rey y la coronación de Carlos III no pudo ser más majestuosa e histórica. Es la primera vez en setenta años que se vive un evento de tal magnitud que se convirtió en el más caro en la historia de Gran Bretaña.
Para el hijo de Isabel II fueron ocho meses de larga espera, pero su gran día no pudo ser más perfecto. Minutos antes de las 11 de la mañana, tiempo de Londres, Carlos III y Camilla, salieron en un majestuoso carruaje que los llevaría a la Abadía de Westminster para ser los protagonistas de una ceremonia que cambiaría su vida para siempre.
La coronación del rey Carlos III fue atestiguada por más de dos mil invitados que llegaron a Londres, miles de británicos que abarrotaron las calles de la ciudad y millones más que vieron la ceremonia por televisión e internet. En estas líneas haremos un recuento de los momentos más importantes de la coronación del rey Carlos III. God save the King!



La entrada triunfal de Carlos III
Con la puntualidad inglesa que los caracteriza, el nuevo rey entró a la Abadía de Westminster para que en punto de las 11 de la mañana diera inicio la ceremonia.



Las miradas estaban centradas en Carlos III pero fue una gran sorpresa ver la seriedad con que su nieto, el príncipe George, fungía a la perfección en su papel de paje de honor. El hijo mayor de los príncipes de Gales, y también heredero al trono, cargó la capa del rey a lo largo de todo el pasillo de la Abadía.



Carlos III firmó el documento que avala su reinado en el que se comprometió a respetar la ley y administrar justicia con misericordia. Minutos después, el rey realizó su juramento ante la Biblia ante el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby. Por primera vez, Carlos III añadió la defensa de las creencias presentes en Reino Unido y no solo la iglesia anglicana.



La unción con aceite sagrado de Jerusalén
El arzobispo ungió al rey Carlos III con un aceite sagrado de Jerusalén en uno de los momentos más íntimos y secretos de la ceremonia. El monarca recibió la unción en manos, pecho y cabeza con una mezcla sin ingredientes derivados de animales, por petición especial del rey.



Tras la unción llegó la entrega de atributos reales, prendas y joyas de gran valor simbólico. El Orbe Real y el cetro con la cruz representan su poder temporal. El cetro con la paloma simboliza su poder espiritual al frente de la iglesia anglicana. Y su túnica de seda bordada en oro y el manto imperial fueron de lo más sobresaliente.
¡Dios salve al rey!
A lo largo de la ceremonia de coronación de Carlos III, la frase God save the King fue repetida por los presentes en la Abadía de Westminster. Pero el momento cumbre fue justo cuando el arzobispo colocó la corona de San Eduardo en la cabeza del nuevo monarca. Al convertirse en rey, las armas de artillería sonaron por todo el país.
El motivo juramento de William
Sin duda, uno de los momentos más importantes y emotivos de la coronación del rey Carlos III fue el juramento de su hijo, el príncipe William. Esto marcó la culminación de los procedimientos a los que se sometería el nuevo soberano. El príncipe de Gales juró lealtad a su padre de rodillas frente a él. “Yo, William, príncipe de Gales, juro mi lealtad, fe y verdad”.
Los príncipes de Gales y sus hijos, los ‘otros’ protagonistas de la coronación
William y Kate Middleton entraron a la Abadía de Westminster unos segundos después del nuevo rey. La princesa lució impecable con un diseño de Alexander McQueen, su favorito. Sobre el vestido llevó el Manto de la Real Orden Victoriana de raso azul con bordados rojos y forro de seda blanca.



La capa llevaba bordada la insignia de estrella de Dama de Gran Cruz de la Real Orden Victoriana. Su tocado de plata y cristal en la cabeza, de Jess Collet, dieron un toque de elegancia que no pasó desapercibido por nadie. Su hija Charlotte llevaba un tocado muy parecido a su madre y también, un diseño de McQueen. La hija de William y Kate lució como toda una linda princesa a sus ocho años y hermana mayor, pues entró de la mano de su hermano, el príncipe Louis, de cinco.



El más pequeño de la familia vistió un traje hecho por Dege and Skinner que consistió en una túnica Hainsworth Garter Blue Doeskin. Los adornos de encaje en el cuello y puños fueron el toque final que lograron que el pequeño luciera impecable en el día más importante de su abuelo.
Harry, un invitado más a la gran fiesta de su padre
La presencia del príncipe Harry pasó casi sin pena ni gloria. Al tratar de pasar desapercibido entre los invitados a la coronación del rey Carlos III, las cámaras captaron cada uno de sus gestos.



Lo gran incógnita fue resuelta justo al tomar su lugar en la Abadía, pues se esperaba que estuviera sentado en la fila 11, lejos de su familia. Finalmente ocupó un lugar en la tercera fila junto a sus primas las princesas Eugenia y Beatriz, y sus respectivos esposos Jack Brooksbank y Edoardo Mapelli, con quienes platicó casi toda la ceremonia.



Por si fuera poco, el príncipe Harry tuvo una vista frontal ‘bloqueada’. Y es que el sombrero de pluma de su tía, la princesa Ana, obstaculizó su visión. ¿Así o más ‘desterrado’ de la familia real británica?
Oh, dear! Last time, #PrinceHarry was obscured by a huge candle 🕯 This time, by Princess Anne's hat. #Coronation pic.twitter.com/x3dGILZquk
— Richard Eden (@richardaeden) May 6, 2023
El saludo al pueblo británico del nuevo monarca
Finalmente, el día de la coronación del rey Carlos III tuvo un final idóneo y muy esperado. El hijo de Isabel II salió al balcón del Palacio de Buckingham junto a su esposa, la reina Camilla, y su círculo familiar más cercano. Efectivamente, el príncipe Harry fue el gran ausente.
Los príncipes de Gales y sus hijos, así como sus hermanos los príncipes Ana y Eduardo acompañaron al nuevo rey en una postal que dará la vuelta al mundo ya que marca una nueva era en la familia real británica. God save the King!