Mis queridos, el tiempo pasa y el buen gusto de la princesa Diana sigue siendo icónico después de 22 años de su muerte. Dejó una gran marca en la moda transformándose en un referente de firmas y diseñadores, además de su labor humanitaria. Si no hubiera sido por el accidente, ocurrido en la madrugada del 31 de agosto de 1997, seguramente seguiría acaparando miradas.
El 1 de julio de 1997, la princesa Diana celebró su cumpleaños 36. Vistió como ella quería y compartió la cena con más de 500 invitados. Eligió un vestido negro, regalo de cumpleaños del diseñador Jacques Azagury. “Lo envié al palacio de Kensington y Diana se enamoró. Creo que tenía otra opción para esa noche, pero terminó llevando mi diseño”, dijo el diseñador. Combinó el look con uno de sus collares favoritos, la gargantilla de esmeraldas y diamantes que había sido de la reina María, abuela de Isabel II del Reino Unido.
Lo que no sabía entonces es que también sería el último. Lady Di despertó rodeada de flores: hasta 90 ramos llegaron a su casa. Además, su hijo el príncipe Enrique de Sussex la llamó desde la escuela y junto a un compañero de clase le cantó feliz cumpleaños.



El legado de la princesa Diana continúa
Este año, su hijo William quiso honrar su legado con una carta a los destinatarios del Premio Diana, un galardón otorgado a jóvenes agentes de cambio entre las edades de 9 a 25 años por su acción social o trabajo humanitario.
La ceremonia del Premio Diana se llevó a cabo de manera virtual el 1 de julio y reconoció a más de 180 personas del Reino Unido y de todo el mundo. Por otro lado, el duque de Sussex dijo que los hermanos están en “caminos diferentes”, pero recordemos que los dos se reunieron en el cumpleaños de Diana el año pasado para develar una estatua en su memoria.
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