Tania Ruiz hizo pública su separación definitiva con el expresidente de México, Enique Peña Nieto, a finales de enero, luego de cuatro años de relación. En ese momento, la modelo aseguró a la revista ¡Hola!, que había sido en los mejores términos y la causa de su rompimiento era porque sus caminos tomaron rumbos distintos, a pesar de que había mucho amor todavía entre ambos.
Sin revelar cuáles son los planes del exmandatario, Tania compartió que ella seguiría viviendo en España para continuar con su maestría mientras que su hija Carlotta, producto de su relación con el empresario mexicano Bobby Domínguez, terminaba el ciclo escolar.



El duelo de Tania Ruiz tras el final de su relación con Peña Nieto
Un mes después de haberse sincerado, Tania concedió otra entrevista a la revista española para hablar de sus proyectos y por supuesto, de cómo ha llevado la separación. La modelo potosina, quien todavía se encuentra en un proceso de duelo por el final de su relación con Peña Nieto, aceptó que ha llorado, pero al mismo tiempo ha sanado para hacerse cada vez más fuerte.
Tania no se arrepiente de nada pues durante la relación lo dio todo, pero está consciente que le espera una nueva etapa en su vida. Recientemente, la modelo mexicana publicó unas palabras en su cuenta de Instagram que dejan entrever que está viviendo un proceso en el que se está encontrando a sí misma, al mismo tiempo que se siente agradecida con la vida.
“A veces, uno no sabe que es lo que viene mañana. Pero lo que sí sé y trato siempre es el estar agradecida por lo que sí está pasando, agradeciendo a Dios… Por abrir los ojos y darle atención a las cosas que me hacen bien”.
Tania Ruiz
La modelo también recalcó que todo en la vida pasa por un bien mayor. “Cuando entiendes que todo lo que pasa es una bendición. Lo sano, lo necesario, lo que es para aprovechar el minuto en el que estoy– Todo acontece a ser mejor o a inspirarte a crear algo. Vivir para volar”, puntualizó.
Tania Ruiz y Enrique Peña Nieto se dejaron ver por primera vez como pareja en 2019, cuando asistieron a la boda de Mar Collado y Gonzalo Zabala en Acapulco, Guerrero. Para entonces, el político mexicano había concluido su divorcio de la actriz Angélica Rivera, quien lo acompañó durante todo el sexenio de su mandato de 2012 a 2018.
La modelo y el expresidente vivían en la exclusiva zona de Valdelagua, a unos 30 kilómetros de Madrid, conocida por su excesiva privacidad.