El físico de Armie Hammer encanta a muchas mujeres. Alto, güero, ojos azules, esbelto y con un ‘charm‘ especial para la actuación. Su carrera inició de manera oficial en la película “La red social” pero fue hasta que lo vimos en “Call me by your name” que su nombre comenzó a sonar fuerte en Hollywood. Todo iba bien, tenía un futuro prometedor en la actuación y un matrimonio estable con dos hijos. ¿Qué pasó?
Llegó el divorcio, las novias ocultas, las acusaciones de abuso sexual, drogas, una fuerte afición por el canibalismo y ahora, una historia familiar que bien podría ser el guión de una cinta de terror y tenemos que decirlo… de perversión sexual. Ustedes saquen sus propias conclusiones porque van a leer algo verdaderamente espeluznante y quizá ahora, todo nos haga sentido al ver y saber del comportamiento del actor de 34 años.
Un tatarabuelo espía
Julius Hammer tenía todo para ser un médico prominente. En 1919, el inmigrante ruso practicó un aborto ilegal a la esposa de un diplomático y ella murió tres días después. Julius fue encarcelado por homicidio involuntario.
Tenía prohibida la entrada al Reino Unido porque lo creían espía soviético porque su compañía Allied American, era una tapadera para el contrabando de dinero. Tuvo un solo hijo a quien llamó Armand.
Un bisabuelo millonario
Armand Hammer también quería convertirse en médico pero abandonó la carrera para dedicarse al negocio farmacéutico de su padre. De hecho, comenzó a hacerlo cuando Julius fue encarcelado. Hizo una fortuna de los negocios que realizó con el régimen comunista.
Armand siempre hizo dudar a la autoridad. Nadie sabía si era un hombre de fiar. Se casó en tres ocasiones. Su tercera esposa de nombre Frances tenía su propia fortuna. Armand utilizó el dinero de ella para comprar un negocio ‘desconocido’. Se trataba de la petrolera Occidental Petroleum que lo hizo un hombre millonario por tratarse de la compañía petrolera independiente más grande del mundo. Era, aparentemente, un hombre visionario.
La gente se refería a él como un oportunista y engreído. Como tenía dinero de sobra, compraba amistades y con su cuenta bancaria lograba cualquier tipo de favores. Fue amigo de el príncipe Carlos pues le prestaba su avión Boeing 727 para que pudiera viajar cómodamente con Lady Di por todo el mundo.
La vida privada de Armand era turbia. Tenía varias amantes pero una de ellas, la más lista, fue Martha Kaufman. Ella estaba a cargo de su colección de arte y logró que Armand tuviera obras imposibles de comprar. Sin embargo, cuando Frances, la esposa de Armand, descubrió la relación de él y Martha, comenzaron las quejas por parte de ésta última.
Armand quiso que Martha se cambiara el nombre y se sometiera a una cirugía plástica para que nadie la reconociera. Ella se quejó de que había intervenido su teléfono y la tenía completamente rodeada con dispositivos de rastreo para no perderle la pista. Finalmente, decidió demandar a Armand por asuntos sexuales ‘extremadamente humillantes’ hasta ahora, desconocidos por el interés público.
Armand murió a los 92 años de cáncer de huesos en 1990. Un día antes de celebrar su vida y sus logros. Al igual que su padre, también tuvo sólo un hijo a quien llamó Julian.
Un abuelo enfermo
Julian Hammer fue producto de una relación entre Armand y Olga von Root, una bailarina rusa y quien fuera su primera esposa. Pero Julian tenía una enfermedad mental y el abuso de drogas era un fuerte problema para él. A los 26 años, mató de un balazo a un amigo en su casa de Los Ángeles por una deuda de juego. Fue acusado de homicidio involuntario pero su padre gastó una fortuna en abogados para que el caso fuera tratado como ‘defensa propia’. Es decir, nunca pisó la cárcel.
Julian tuvo dos hijos: Michael y Casey. En 2015, ella publicó sus memorias y reveló el trauma ocasionado por vivir con un padre alcohólico, adicto a las metanfetaminas y violento. Al leer la publicación, quedó claro que Casey había sido víctima de abuso sexual por parte de su padre cuando era niña. “De niña desperté una Nochebuena con el sonido de un disparo y lo vi golpeando a Sue, mi madre”, reveló Casey en sus memorias. Por triste que parezca, estamos hablando ya de Julian, el abuelo del actor Armie Hammer.
Sue, esposa de Julian, logró que Casey huyera de casa a los 11 años y que solo pasara algunos fines de semana y de manera ocasional, con su padre en California. Pero Casey descubrió el turbio comportamiento de su padre rodeado siempre de ‘amas de casa’, el apodo que le daba a sus novias. Julius llenaba su casa de amigos para organizar orgías mientras él jugaba con las armas.
Otra gran revelación que hizo Casey en sus memorias fue que su padre ofreció pagarle un millón de dólares a su hijo Michael, hermano de Casey, por su novia. Esto provocó una fuerte riña entre padre e hijo en pleno restaurante. A pesar de los intentos de la policía por encontrar al ‘culpable’, el linaje familiar podía más que todo.
Armand evitó que su hijo Julius fuera a la cárcel sin embargo, al saber que su hijo era sumamente descuidado con los negocios, pasó su imperio y fortuna a Michael. Sí, el padre de Armie.
Un padre cristiano y ¿depravado sexual?
La familia de Armie era judía. Cuando su padre, Michael Hammer, se casa con Dru Ann Mobley, se convierte al cristianismo porque era la religión que ella profesaba. Gran parte de la fortuna que había heredado de su abuelo la desvió a organizaciones y ministerios evangélicos. Estamos hablando que en 1990, la fortuna de Armand era de 180 millones de dólares, y gran parte de ésta era donada en investigaciones dedicadas a la cura del cáncer. Como ven, Michael quería otra cosa completamente distinta.
Julian, el abuelo de Armie, murió en 1996. A partir de entonces, Michael trasladó a su familia, incluyendo a Armie y su hermano Viktor, a las Islas Caimán. Ahí, el padre del actor era ‘libre’ fiscalmente.
En 2011, las galerías de arte de la familia y que Michael manejaba, recibieron demandas por vender pinturas falsificadas. Fue acusado de fraude y extorsión pero como su poder adquisitivo era muy fuerte, siempre fue absuelto y no pisó la cárcel. La madre de Armie se divorció de su padre en 2012 por una infidelidad. Dicho sea de paso, llevaba años engañándola.
La familia entera sabe que Michael tiene personalidad del ‘eterno adolescente’. ¿Lo peor? Un amigo cercano al padre de Armie asegura de que tiene un ‘trono sexual’ dentro de la Fundación Armand Hammer cuya sede se encuentra en California. ¿Se imaginan esa depravación?
Se trata de una silla hecha a la medida, adornada con el escudo de armas que caracteriza a los Hammer. Tiene un agujero en el asiento debajo del cual, había una jaula lo suficientemente grande para encerrar a una personal. Michael la llamaba la ‘silla traviesa’. Aparentemente, existen las fotos de él sentado ahí muy sonriente mientras sostenía la cabeza de una mujer.
Cuando los rumores sobre este juguetito aumentaron, Michael dijo que se trataba de un regalo enviado por un amigo como parte de una ‘broma’. Pero el historial del padre de Armie ya era largo y conocido por consumo de alcohol, drogas, abuso de poder y un historial de mujeres.
De tal Hammer, tal hijo
La gente que conoce bien a la familia no se sorprendió al escuchar las nuevas historias de Armie Hammer sobre canibalismo, abuso sexual, drogas y alcohol. Si bien, Armie ha heredado el ‘encanto’ físico de los hombres de la familia, su personalidad también está afectada por sus antepasados.
El actor tuvo problemas con la ley desde la adolescencia. A los 16 años incendió una parte de su escuela. ¡Imagínense!
Elizabeth Chambers, ex esposa de Armie, parece no haber conocido realmente a su pareja luego de una década juntos. Un año después de la boda, el actor pisó la cárcel porque encontraron marihuana en su auto. No fue acusado porque los fiscales consideraron que se trataba de una cantidad demasiado pequeña. ¿Habrá sido eso o se habrán dado cuenta del historial y peso de su apellido?
Lo cierto es que Armie parece no estar precisamente orgulloso de su pasado porque en alguna ocasión ya se quejó de su familia. El actor siente que es demasiada presión pertenecer a una familia de alto perfil y que eso no ayuda a su carrera. De hecho el año pasado en plena pandemia, Armie abandonó las Islas Caimán porque se sentía como ‘lobo atrapado’ y quería morderse los pies de la desesperación.
Al llegar a Estados Unidos, comenzaron los mensajes a otra mujer pero que envió por error a su esposa. Así inició su proceso de divorcio y el resto es y sigue siendo historia.
Parece mentira pero sin justificarlo, ¿cómo podríamos pensar que Armie podrá salir bien librado de todo estas acusaciones de abuso sexual que pesan en su contra? Canibalismo, drogas, alcohol y ahora, perversión pesa sobre los Hammer. No por nada, se tatuó la palabra ‘caos’ en su cuerpo hace poco. Bien dicen por ahí… genio y figura, ¡hasta la sepultura! ¿No creen?
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