Sin escándalos ni pleitos innecesarios y mucho menos de prisa. Así es como la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin pretenden llevar su proceso de divorcio. Aunque en un momento se especuló que el exatleta olímpico quería reconquistar a su esposa, hoy se sabe que han iniciado la separación por la vía legal.
Tomar esta decisión no fue fácil para esta expareja que defendió su relación contra viento y marea a lo largo de casi 25 años. Sin embargo, los papeles están ya en la mesa y tal parece que han logrado ponerse de acuerdo de la manera más cordial para hacer este proceso mucho más llevadero. Según la información recopilada por la revista Hola!, tanto Cristina como Iñaki desean el bienestar de sus cuatro hijos y por respeto a ellos y a su vida marital no pretenden alterar la paz que han encontrado desde que tomaron la decisión de separarse.
Quienes los conocen y han estado cerca de ellos tras el escándalo ocasionado por las fotos de Iñaki junto a Ainhoa Armentia hace unas semanas, aseguran que el golpe ‘fue muy duro para ambos’. Tanto la Infanta Cristina como Iñaki Urdangarin han sufrido y mucho. Mientras la hija del rey Juan Carlos quedó inmóvil al ver las fotos de su marido con alguien más, Iñaki también lamentó haber dañado la reputación de su exmujer sin previo aviso.
El desliz de Iñaki que provocó la furia de la infanta Cristina
El exatleta olímpico entró en una especie de burbuja del tiempo durante su estancia en la cárcel. Al abandonar la prisión sabía que su relación no estaba en el mejor momento, pero pasearse con otra mujer solo trajo más problemas a su vida. Los dos sabían que las cosas no andaban bien y así lo hablaron con sus hijos durante las fiestas navideñas. Lo único que Iñaki ocultó fue su relación extramarital. Ninguno de los dos supo reaccionar de la mejor manera ante tan escandalosa situación. Cristina se arrepintió de sus declaraciones e Iñaki de sus acciones.
Sin embargo, Urdangarin buscó una reconciliación con su exmujer para evitar un escándalo mayúsculo. Pese a esto, Iñaki continuó su relación con Ainhoa mientras la infanta justificó su infidelidad frente a su padre, el rey Juan Carlos quien obviamente, esperaba que su hija finiquitara su divorcio cuanto antes. La poca disposición de Iñaki por arreglar las cosas antes de continuar con su relación, fue lo que rompió por completo el matrimonio. “Hay tristeza y decepción, pero seguirá habiendo respeto por los años y las experiencias vividas juntos; además están los hijos que son lo primero en la vida de Cristina”, aseguró una fuente cercana a la infanta para el sitio Vanitatis.
La información publicada en Hola! apunta a que la demanda de divorcio se presentó en Ginebra porque en esa ciudad se localiza su última residencia conyugal. Cabe mencionar que la familia del rey tiene un registro especial en donde se inscriben todos los acontecimientos y eventos legales. Ahí es donde el matrimonio firmó sus capitulaciones. Es por eso que se comenta que el divorcio es un mero trámite porque tampoco habrá una batalla legal en la parte económica. La infanta Cristina tiene dos sueldos con cantidades importantes. Uno de la Fundación La Caixa y otro de la Fundación Aga Khan. Iñaki por ahora, no tiene nada.



Los hijos, el mayor sostén de la familia
Solo resta saber cómo será el proceso de la manutención de sus hijos aun cuando dos de ellos ya son mayores de edad. Juan, de 22 años, y Pablo, de 21, no requieren de tanto apoyo aunque la European University no es barata. Miguel, de 19, estudia y vive en Inglaterra, mientras que Irene, de 16, es la única menor que desencadenará una plática extra por su custodia.
Lo cierto es que las fuentes cercanas a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin pretenden darle su respectivo lugar a sus cuatro hijos. Todo lo que suceda en el proceso de divorcio será de mutuo acuerdo y para beneplácito de sus hijos. Estos jóvenes han sido educados de la mejor manera y han vivido de cerca los momentos más felices y amargos de la relación de sus padres. Es por eso que los mayores han enfrentado con mucha madurez el ‘desliz’ de su padre y entienden que esta separación final es por el bien de toda la familia.