¡Llegó el día! El príncipe Hussein de Jordania, de 28 años, unió su vida a la arquitecta Rajwa Al-Saif, de 29, en una lujosa e histórica boda que se llevó a cabo en el Palacio de Zahran. Todo el país está de fiesta porque además, los reyes Abdalá II y Rania de Jordania recibieron importantes visitas de las distintas casas reales del mundo, así como Jefes de Estado del extranjero, que aplaudieron el enlace de su hijo mayor.


Palacio de Zahran, el lugar ideal para la boda del príncipe Hussein y Rajwa Al-Saif
El Palacio, el mismo lugar en donde se casaron Abdalá y Rania hace 30 años, fue elegido para esta ceremonia nupcial sin precedentes que se llenó de aproximadamente 140 invitados. Tanto los novios como los ahí presentes fueron recibidos por la banda de las Fuerzas Armadas de Jordania. Los reyes Abdalá II y Rania de Jordania fueron los primeros en entrar al recinto y el último fue el novio, Hussein.
La boda de Rajwa Al-Saif y el príncipe Hussein fue por demás significativa para las naciones que representantan los ahora esposos. Esto porque el futuro rey de la Casa Real Hacemita unió su vida a una mujer perteneciente a una de las familias más importantes de Arabia Saudita. Se espera que su unión traiga estabilidad al reino y aliados poderosos en ambos lados. Esto se traduce en alianzas de millones de dólares a Jordania, procedentes de Arabia Saudita.
El enlace del príncipe heredero no pudo tener mejores anfitriones que los reyes de Jordania. Abdalá II y Rania fueron los primeros en entrar al Palacio para recibir a los invitados a la boda de su primogénito. La reina Rania, como siempre, guapísima en un diseño en negro con pedrería cubriendo su cuello, parte de los brazos y casi toda su espalda.


La boda del príncipe Hussein Rajwa Al-Saif se llevó a cabo bajo el rito islámico, conocido como kattb ktab. La ceremonia se llevó a cabo en el mirador del Palacio de Zahran, el cuarto recinto construido por la Familia Real Hachemita. Este palacio fue el hogar de la abuela paterna del rey Abdalá hasta su muerte en 1994 y ahora funge como favorito para los eventos reales oficiales.
El espectacular vestido de novia de Rajwa Al-Saif
Como una princesa sacada de un cuento de hadas apareció Rajwa Al-Saif en el Palacio de Zahran. Llegó en un Rolls-Royce Phantom V de 1968, que perteneció a la bisabuela de su ahora marido. Al descender del auto, la novia deslumbró a sus invitados con un vestido moderno con detalles orientales.


El diseño vintage de Elie Saab resaltó la belleza de la guapa arquitecta saudí al ser un vestido moderno con escote asimétrico, con hombreras, mangas largas ceñidas y costuras drapeadas. La falda era recta y tenía una ligera abertura en la parte de atrás. El vestido también tenía un drapeado en el torso que le dio elegancia al diseño. Desde la cintura caía la cauda troquelada de varios metros de longitud que combinaba perfecto con su elegante velo con detalles florales sobre su cabellera suelta. ¿El mejor accesorio? ¡Sus flats! A diferencia de otras novias, Rajwa Al-Saif rompió la tradición en su propio boda al dejar los tacones de lado.
Por supuesto, la nueva princesa llevaba una tiara con diamantes que sujetaba su velo. Este lujoso accesorio combinaba a la perfección con sus pendientes de brillantes largos. El pequeño ramo floral casi en su totalidad blanco no faltó en el gran día de Rajwa Al-Saif. Y es que para quienes no lo sepan, la flor blanca es símbolo de paz, pureza y un clásico en las bodas.
Más tarde, en la recepción de la boda, Rajwa Al-Saif cambió de vestido por un Dolce & Gabanna.
Los cuñados: parte esencial de la boda de Hussein y Rajwa
El príncipe Hussein portó su uniforme militar y un sable con empuñadura de oro. El heredero fue recibido por una gran ovación por parte de los invitados al llegar al recinto y su padre, el rey Abdalá, no pudo contener las lágrimas al ver a su hijo. Hussein esperó paciente a su futura esposa.
Rajwa apareció unos minutos después escoltada por sus cuñados, los tres hermanos menores de Hussein, las princesas Iman y Salma, mientras que el príncipe Hashem fue quien llevó del brazo a la novia.
Una vez finalizada la ceremonia, los nuevos esposos salieron del palacio para recorrer las calles de Jordania. Hussein y Rajwa viajaron en un coche descapotable blanco para saludar al pueblo. Finalmente, llegaron hasta el Palacio Husseinya para continuar con la celebración.
Cabe mencionar que esta era una de las bodas más esperadas en Jordania, aun cuando la unión de la princesa Iman fue un sueño hace un par de semanas. Rania soñaba con ver a su hijo casado y asegura, no pudo encontrar mejor nuera que Rajwa. Así fue como le dio la bienvenida en la fiesta de henna la semana pasada.