Sabemos que desde hace unos meses, la reina Isabel se encuentra viviendo en el Castillo de Windsor encargándose únicamente de deberes menos arduos, mientras que familiares reales la reemplazan en otros deberes y viajes. Esto debido a los problemas de movilidad a los que se ha enfrentado.
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Por dichos problemas de salud, hace tres días, la reina no ha podido asistir –por tercera ocasión en sus 70 años de reinado–, a la apertura estatal del Parlamento, en la cual su hijo, el príncipe Carlos, tomó su lugar y pronunció el discurso tradicional de la reina, en un importante momento constitucional.
“En apoyo de su majestad la reina, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y el duque de Cambridge asistieron esta mañana a la Apertura Estatal del Parlamento en la Cámara de los Lores.
Antes de que tanto la Cámara de los Lores como la Cámara de los Comunes puedan proceder con asuntos públicos, se debe leer el discurso de la reina a ambas Cámaras.
Este año, el príncipe de Gales leyó el discurso de la reina, redactado por el Gobierno para esbozar políticas y proponer legislación futura”.
Una vez más la monarca demuestra su gran fortaleza a los 96 años de edad
El no poder asistir al Parlamento fue una noticia que causó tristeza y preocupación, y muchos pensaban que ya no sería vista en eventos públicos. Sin embargo el día de hoy la monarca, una vez más, nos demostró su gran fortaleza a los 96 años de edad, al atender al evento ecuestre Royal Windsor Horse Show, para ver a sus caballos. Uno de sus eventos favoritos de año, el cual nunca se ha perdido en los últimos 79 años, también era de los favoritos de su difundo esposo, el príncipe Felipe.



La reina llegó en su Range Rover, desde donde observó a los caballos en el desfile, y al bajarse caminó con la ayuda de un bastón hacia su asiento en el estrado junto a su hijo, al príncipe Eduardo, su esposa Sophie, condesa de Wessex, y Penny Knatchbull, condesa Mountbatten de Birmania.
La reina lucía muy feliz, con buena salud y mucho ánimo, de estar ahí mientras observaba a su caballo Balmoral Leia, competir en el espectáculo que marca el comienzo de su Jubileo de Platino oficial.
Durante el evento la reina Isabel también observó con orgullo cómo su nieta lady Louise Windsor, conducía el carruaje del duque de Edimburgo, mientras encabezaba el desfile del centenario de Fell Pony Society.



La monarca recibió muchos aplausos cuando llegó
Los espectadores, por supuesto, se emocionaron mucho de verla en el evento. Encantada de estar ahí también recibió una copa.



Al terminar el evento, la reina caminó sin ayuda hacia su Range Rover, saludando a la multitud que vitoreaba mientras regresaba al Castillo de Windsor.
Nos da mucho gusto verla de nuevo en un evento público y, sobre todo, de verla tan bien.
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