La relación de Meghan Markle y Sophie de Edimburgo ha cambiado con el tiempo. La duquesa de Sussex y la duquesa de Edimburgo han lucido incómodas cuando han tenido que compartir el mismo espacio. El tema sobre su “mala” relación resurgió luego de que el Daily Mail asegurara, a través de una fuente, que la nuera favorita de la fallecida reina Isabel II se sentía “aliviada” tras recibir su nuevo título, pues así ya no tenía que hacer reverencia a la esposa del príncipe Harry.
Esto ha salido a la luz ahora que Sophie y Eduardo, hermano del rey Carlos III, recibieron el título de duques de Edimburgo, el ducado más importante del Reino Unido y que antes pertenecía al esposo de la reina Isabel, el fallecido príncipe Felipe. Sin embargo, el protocolo real dicta que solo a los monarcas se debe reverenciar y nadie de menor rango tendría que hacerlo entre ellos. Por lo que lo publicado en el diario británico resulta impreciso, pero reaviva la historia de la relación tirante entre las duquesas.



La relación ‘amistosa’ de Meghan Markle y Sophie de Edimburgo que no prosperó
Cuando Meghan llegó a la familia real británica, la entonces reina Isabel II pidió a Sophie, esposa de su hijo menor, que fuera mentora de la ahora duquesa de Sussex. La monarca creía que la experiencia de su nuera podría ayudarle a dar sus primeros pasos a la joven inexperta, según el relato del libro Elizabeth: un retrato íntimo, escrito por Gyles Brandreth.
Sin embargo, Sophie, ahora duquesa de Edimburgo, se dio cuenta de inmediato que Meghan Markle no necesitaba su ayuda. La esposa del duque Eduardo la habría invitado a tomar el té en su casa para charlar en privado. Ahí supo que la esposa de Harry llevaba su propia agenda y tenía sus planes muy bien estructurados.
Posteriormente, ambas aparecieron juntas en diversos eventos de la Casa Real muy sonrientes y conversando entre ellas. Pero todo cambio a partir de 2020, justo después de que Harry y Meghan anunciaron que dejarían de trabajar para la Institución y se mudarían a California para vivir sin tantas presiones.



¿Sophie quería controlar el temperamento de Meghan?
Fue durante la celebración del Día de la Commonwealth de 2020, el último de los eventos a los que asistieron los duques de Sussex, donde se vio la verdadera tensión que había entre Sophie de Edimburgo y Meghan Markle. Su encuentro fue tan ríspido que la exactriz estadounidense le desviaba la mirada a la esposa del príncipe Eduardo.
En septiembre de 2022 se volvieron a ver durante el funeral de la Reina. Las duquesas compartieron el mismo auto para trasladarse a la Abadía de Westminster para darle el último adiós a Isabel II.
Se especuló que Sophie habría pedido ir en el mismo vehículo para tener vigilada a Meghan. Incluso, quería fungir como mediadora entre ella y Kate, pero lo cierto es que por protocolo ambas ocupan el mismo rango y debían ir juntas. Quisieran o no.



Sin embargo, tanto Meghan como Sophie tienen varias cosas en común. Tal vez por eso la reina Isabel II creía que su nuera podía ayudar a la esposa de Harry sin mayor problema. Y es que la duquesa de Edimburgo tampoco es de ‘sangre azul’, es decir, tampoco nació dentro de la realeza. Tal y como sucedió con Meghan, Sophie renunció a su profesión para dedicarse por completo al servicio de la Corona.
Ambas tenían que estar al tanto de los programas de beneficencia para apoyar y empoderar a las mujeres. Sophie apoya el tema de la educación y la erradicación de la violencia en África. Meghan ha participado en la defensa de la participación más activa de las mujeres en la política. Y, ahora, las dos viven vidas completamente distintas. Quizá Sophie esté mucho más ‘alegre’ de no tener que ver a Meghan ‘tan seguido’ en los actos oficiales de la Casa Real Británica.