El príncipe Alberto de Mónaco está en medio del escándalo constantemente. Desde los sonados rumores de tensión en su matrimonio con su esposa, la princesa Charlene, hasta sus supuestos vínculos con personas involucradas en temas de corrupción inmobiliaria, el príncipe se encuentra en medio del ojo del huracán. Ahora, el hijo de casi 20 años de Alberto de Mónaco, Alexandre Grimaldi, rompe el silencio y asegura no ser ilegítimo.
A pocos días de cumplir los 20 años, el hijo mayor de Alberto de Mónaco rompe el silencio y habla por primera vez de su historia, convulsa desde su nacimiento. Recordemos que Alexandre no tuvo reconocimiento por parte de su padre hasta que cumplió los cuatro meses.


En una entrevista para la revista francesa Point de Vue, Alexandre habló de su infancia, su madre y su papel en la familia real de Mónaco. También, aseguró no ser un hijo ilegítimo, pues a pesar del escándalo, su padre lo reconoció en medio de una tormenta mediática que ya cumplió 20 años.
Y es que, aunque no tiene derecho al trono, insistió en que no es ilegítimo y que, incluso, podría interponer acciones legales contra quien continúe refiriéndose a él de esa manera. “Cuando nací ninguno de mis padres estaba en otro matrimonio y no cometieron adulterio. Utilizar esa palabra es insultante”, aseguró.
La relación de Alexandre Grimaldi con sus padres, Alberto de Mónaco y Nicole Coste
Este 24 de agosto, Alexandre Grimaldi cumplirá 20 años. Al momento, el joven asegura tener una excelente relación con sus padres, el príncipe Alberto y Nicole Coste, originaria de Togo. Esta última tuvo un noviazgo secreto con el hijo de Grace Kelly en 1997 que se extendió por ocho años; futo de ella, nació Alexandre.


Por otra parte, Alexandre Grimaldi tiene una buena relación con Jazmin Grimaldi, su hermana que nació de una relación del príncipe Alberto con la camarera estadounidense, Tamara Rotolo en 1991, así como con sus hermanos Jacques, quien heredará el trono, y Gabriella.
Actualmente, estudia negocios en una universidad del Reino Unido, y confía en poder dedicarse a lo que más le guste. Eso sí, no cierra la puerta a poder trabajar con su padre, el jefe de Estado de Mónaco, en un futuro.