Mientras Estefanía disfrutaba a escondidas su nueva maternidad, Carolina también comenzaba una nueva relación, esta vez era con el “indicado”, y es que por fin le dio gusto a su mamá e inicio un romance con Ernesto Augusto de Hannover, el único problema era que el príncipe estaba casado con una de las amigas más cercanas a Carolina, Chantal Hochuli. Y entonces algo inesperado ocurrió, Carolina quedo en cinta y el divorcio de Ernesto tuvo que ser de emergencia, finalmente quedo todo arreglado para el cumpleaños de Carolina. La pareja se casó en palacio en enero de 1999, la princesa Alexandra nació seis meses después en Austria.
Entonces Carolina y Estefanía volvían a unirse, esta vez eran sus hijos los que estrechaban el lazo, aunque Estefanía continuaba desafiando al mundo, se marchó con la caravana de un circo para seguir a Franco Knie, un domador que creyó era el amor de su vida, eso enfureció a Carolina, tanto que incluso pidió a su padre no la volviera a recibir en palacio, pero Rainiero nunca le hizo caso.
Carolina era la primera dama de Mónaco y además la princesa heredera consorte de Hannover, su matrimonio lucia divino por fuera, mucho glamour, mucho Chanel pero también mucho alcohol. Ernesto Augusto de Hannover es alcohólico y hacia a Carolina pasar malos ratos, como en 2004 en Madrid cuando su resaca era tan grande que no pudo acompañar a su esposa a la boda de los reyes Felipe y Letizia, para ese entonces ya todos sabían que el matrimonio no marchaba del todo bien. En 2006 se separaron, aunque permanecen casados, cada quien hace su vida, incluso los hijos de Ernesto prefieren pasar tiempo con su madrasta a convivir con su padre, que cada vez está peor, recientemente en Lima tras la boda de su hijo el príncipe Christian el pasado mes de marzo, este acabo en un hospital con una congestión alcohólica.
Estefanía se casó por segunda ocasión en 2003 con Adan Lopes Peres, diez años menor que ella, otro golpe para Rainiero quien no hablo con su hija en una larga temporada, un año, básicamente lo que duro el matrimonio, y nuevamente Estefanía fue recibida en palacio, esta vez Carolina se mantuvo al margen. Hubo dos eventos que unieron a las Grimaldi por definitivo, la muerte de su padre en 2005 y la entrada de otra mujer al principado.
Tras la muerte de su padre, las hermanas flanquearon la bandera blanca y se hicieron amigas, en 2008, Alberto trajo a sus vidas a Charlene Wittstock, la que finalmente se convirtió en su esposa. Y entonces paso, Carolina dejo de ser la primera dama del principado, unos aseguran esos fueron los celos que Charlene comenzó a despertar en su cuñada, pero otros aseguran en realidad es la complicada relación de Charlene con Alberto lo que molesta tanto a Carolina como a Estefanía. Unos juran que Carolina no se molestaría con Charlene por haber tomado su lugar, si a Charlene le agradara ser princesa, y no es así. Charlene continuamente hace desplantes a los Grimaldi, luce triste, enfadada y suele desaparecer de palacio, una actitud que tiene hartas a las hermanas de Alberto.
Carolina junto con su hermana aprovechan cualquier situación para molestar a Charlene, una muy conocida fue en el décimo aniversario de Alberto como jefe de estado. Charlene preparo un magno evento, apareció muy guapa y relajada, segura de su papel; y entonces llego Carolina con su nieto Sasha en brazos volteando los reflectores hacia ella, cautivando con su espectacular look y recordándole a Charlene quién es Carolina de Mónaco.
To be continued…
Por Eugenia Garavani