Vaya sorpresa al descubrir lo guapa y enorme que está Violet, la hija mayor de Jennifer Garner y Ben Affleck. Recordemos que la expareja tiene dos hijos más además de su primogénita, se trata de hija de Seraphina Rose, de 13, y Samuel Garner, de 10. Sin embargo, han sido contadas las ocasiones en que los niños aparecen en eventos sociales y públicos, tomando en cuenta la fama de sus padres. Pero cumplir 17 años merecía un festejo muy particular y qué mejor escenario que ¡la Casa Blanca!
La actriz, de 50 años, y su hija fueron recibidas por el presidente Joe Biden y su esposa Jill. Por si fuera poco, Jennifer y Violet dieron la bienvenida al presidente francés Emmanuel Macron y a su esposa, Brigitte, en la primera cena estatal de la administración.
Al evento asistieron 400 invitados y Garner no podía lucir más guapa con un vestido Ralph Lauren color negro y detalles de lentejuelas en la manga combinado con tacones Stuart Weitzman. Por su parte Violet optó por un vestido de Carolina Herrera que combinó perfecto con tacones rojos.
Jennifer y Violet Affleck, grandes amigas
La actriz no cabía de la emoción al recorrer el pasillo de la mano de su hija Violet. Con una gran sonrisa, Jennifer fue captada en más de una ocasión durante el evento en que presumió por todo lo alto a su hija.
En 2018, Garner compartió que sus instintos maternales despertaron cuando sabía que estaba embarazada de Violet. Esto a pesar de que su médico le había comentado que su prueba de embarazo en casa “no era confiable”. Pero después, Jen se haría una prueba más adecuada pero ella ‘sabía’ que la niña venía en camino.
Jennifer ha sido un libro abierto cuando se trata de hablar de la maternidad. Si no es en redes sociales, aprovecha cada oportunidad para compartir sus experiencias con sus hijos. Incluso, ha confesado que sus embarazos no fueron nada fáciles. Finalmente, después de dos hijas, la espera de Samuel fue distinta porque para entonces, ya se había dado por vencida con sus achaques.
La actriz, quien además luce espectacular, confesó que no era fanática de los cambios que su cuerpo experimentaba durante el embarazo. Y eso que la maternidad era uno de sus más grandes sueños cuando era niña: “Me encanta ser madre. De verdad que sí”.
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