Hace 11 años se apagaba una de las voces más espectaculares de la música, Whitney Houston murió el 11 de febrero de 2012, a los 48 años de edad. La intéprete fue encontrada sin vida en la bañera justo un día antes de presentarse en los Grammy de ese año.
Junto a Whitney, en aquella suite del Beverly Hilton, encontraron restos de cocaína y pastillas para combatir la ansiedad y la depresión. Los últimos años de su vida, el semblante de Houston se modificó tras perder peso mientras su vida iba en picada por su adicción a las drogas y a una vida emocional inestable.
Hace una semana se estrenó la película de su vida: Whitney Houston: I Wanna Dance With Somebody. Una biografía autorizada que su cuñada Pat produjo en colaboración con Clive Davis, el productor musical que lanzó a Whitney Houston al estrellato. El filme hace un recorrido por la historia de la diva pasando por los abusos de su padre, su descubrimiento musical y también, el inicio de su caída que la condujo hasta la muerte. La actriz británica Naomi Ackie es la encargada de personificar a la intérprete de manera extraordinaria, pero la voz en los musicales es de Whitney.



Whitney Houston: un fenómeno musical
Whitney sumó 20 años de carrera y se convirtió en un fenómeno musical de la década de los 80 y parte de los 90. A la par de su éxito musical, su debut en la actuación gracias a la cinta The Bodyguard en 1992, la catapultó a la fama, gracias al tema I Will Always Love You que prácticamente, marcó su trayectoria al ser reconocida como una de las máximas estrellas internacionales de la música.
Gracias a su privilegiada voz, Houston fue la primer cantante femenina en tener siete temas como número uno en el chart de Billboard. Estos fueron sus más grandes éxitos: Saving all my love for you, How will I know, Greatest love of all, I’m gonna dance with somebody, Didn’t we almost have it all, So emotional y Where do broken hearts go.
En el apogeo de su fama, la cantante de originaria de Nueva Jersey, vendía millones de discos y era considerada por la revista Forbes como unas de las 20 artistas más poderosas. Incluso en el momento más decadente de su carrera, las ventas de sus discos (que ya no eran las mismas de sus años más esplendorosos), continuaron generando ganancias.



El declive de Whitney
En 2001 firmó un último contrato con la disquera Arista por 100 millones de dólares que se traduciría en la grabación de seis álbumes. Sin embargo, el día en que Whitney Houston murió, se encontraba en bancarrota. Sus amigos más cercanos aseguran que habría despilfarrado su fortuna en drogas, alcohol y una lujosa vida.
Trascendió que en sus últimos días de vida, Whitney recibía ayuda financiera de sus mejores amigos. Incluso se dice que Clive Davis le habría dado un millón de dólares para que se internara en una clínica de rehabilitación.
Al momento de su muerte, Houston dejó huérfana a su hija Bobbi Kristina, fruto de su relación con el hip-hopero Bobby Brown. La relación con el intéprete, además de ser intermitente, se convirtió en una relación tóxica. Tanto Whitney como Bobby se perdieron entre la fama y sus adicciones y además, sufrieron un desgaste emocional que los llevó a la ruina. Quien más sufrió fue la hija de ambos, a quien Houston sobreprotegió para evitar que sufriera los mismos abusos sexuales de los que ella había sido objeto durante su adolescencia.
El 26 de julio de 2015, Bobbi Kristina fue encontrada sumergida en la bañera de su casa en Atlanta, a sus 19 años. Algo muy parecido a lo que había sucedido con su madre tres años antes. En su momento, Nick Gordon, novio de Bobbi, fue señalado como el responsable de su muerte. Cuando tenía 12 años, Nick fue adoptado por Whitney y era parte importante de la familia Houston.
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