Sasha Sökol levantó la voz el 8 de marzo para denunciar el abuso que sufrió cuando era una niña. En sus redes sociales publicó un extenso comunicado con los detalles de esta tormentosa historia que ocultó por años y, por supuesto, también reveló el nombre del responsable: Luis de Llano.
Desde que destapó la verdad sobre la relación que la intérprete sostuvo con el productor, se han desatado cientos de especulaciones al respecto. Amigos y compañeros de Sasha han aplaudido su valentía, respetan su historia y han demostrado su apoyo total hacia ella. Sin embargo, esto ha desatado otras historias tratando de buscar (quizá) una explicación del porqué este abuso no se hizo público en su momento.
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Lo curioso fue que en redes sociales se hizo viral un tema de Sasha de nombre ‘Después de la función’. La canción pertenece a su álbum homónimo lanzado en 1987 y desató cualquier cantidad de teorías respecto a la situación. Y es que parece que en la letra está más que claro que la artista, de ahora 51 años, contó su historia con el productor y las pérdidas que vivió a raíz de esto.
Si escuchamos bien la letra, podemos entender que la vida personal de Sasha Sökol atravesaba por un momento álgido. Si a esto le sumamos que en ese entonces ella tenía 17 años de edad, entonces coincide con el relato que hizo público en redes.
Según cuenta, fue a esa edad que decidió terminar su relación con el productor y por lo mismo, quiere olvidarlo todo. Una de las frases clave quizá sería ésta: “Sale el avión que me llevará a donde yo pueda olvidar, el sentimiento que me está llamando. Pasan las horas, nada cambiará y en un silencio todo acabará”.
Pero hay otra que llama aún más la atención:
“Después de la función hay que olvidar, mi gran amor, mi gran verdad. Y tantas cosas que no debo recordar, parece que somos de papel y una vez más escribiré dentro de mí todo lo que no puedo hablar, después de la función”.
El tema fue escrito por Áureo Baquiero y producida por Raúl González, Fernando Riba y Kiko Campos. En él se refleja la tristeza y soledad que puede sentir un artista cada que se cierra un telón o termina un concierto.
Sin duda, la canción reflejaba en ese momento a una adolescente que, hoy sabemos, vivía un infierno en su mente, corazón y alma. Pero es de aplaudirse que, a pesar del tiempo y de su difícil pasado, Sasha Sökol ha logrado salir adelante como mujer, artista, compañera y amiga con la frente en alto y que ahora trate de que su historia haga la diferencia para que este tipo de situaciones ya no sigan sucediendo.