(El failure resume)
Es una locura ir por la vida ocultando los malestares que nos asedian – chicos o grandes – los hijos problemáticos, los hijos que están en la peda, los maridos infieles, los que llevan un año sin tener sexo con sus mujeres, los jefes malditos, los días de ocio eternos, la falta de quehacer, el exceso de quehacer, las crisis financieras, el miedo a la muerte, las enfermedades… la lista es larga.
Y lo lamento si sueno muy dark pero la vida es complicada y pasan muchas cosas. Pasan buenas sin duda, pero también pasan malas.
Y no me parece sano hacernos gueyes.
Yo tenía una amiga que cada vez que le preguntaba como estaba ella me respondía,
– “Sofía me da pena decirlo, pero soy estúpidamente feliz…”
Que cagante respuesta.
Porque además no lo era.
Claro que no era estúpidamente feliz, pero no iba a ser yo quien se lo dijera, y además no importa que no lo fuera, pero pues con que conteste “todo bien”, ya estamos, me quedo tranquila y también me quedo callada porque ese “todo bien” muchas veces se traduce en “todo esta de la chingada pero no quiero hablar de ello”.
Y saben que, todo bien.
¿Pero para qué estamos las pinches amigas, las pocas buenas que se tienen?, si no es para contarnos que el hijo no llego (o quizás el marido) y que tenemos ganas de huir, o de llorar sin razón.
Leí recientemente a alguien que decía que cuando entrevistaba gente para puestos claves, les pedía un resume de sus errores,
(o alguna cagada laboral).
A mi nunca me toco que me lo pidieran
Ni tampoco se lo he pedido nunca a nadie.
Pero que magnífica idea se me hace.
Porque todos la cagamos (modo chico, mediano o grande),
y de ahí nos levantamos,
aprendemos (a veces no),
y luego le seguimos.
Yo en mi vida laboral he cometido muchas cagadas y sin duda entre más joven* mas pendeja fui.
*(la sigo cagando, cabe mencionar)
En mi labor como madre cometo otras tantas fallas, y eso que fui madre más adulta.
Y como esposa, ni hablar, mejor ni mencionarlas. Van muchos años, dos divorcios y ese tema me llevaría varios blogs para contarlo.
El chiste es que cometer errores nunca para. Pero los errores chingones son los que te dejan un aprendizaje que permanece.
Aunque la neta es que todos tropezamos dos veces con la misma piedra.
Y eso de “solo dos” me parece irreal y muy poco.
Esto del “resume de las cagadas” me hizo recordar una mía pequeña pero enorme.
La del clásico reply all.
Hace años regrese de una filmación y a la hora de entregar los gastos del viaje, un cliente me respondió que no pagaría los tampax que salían en el estado de cuenta de la habitación.
(tres putos dólares).
Yo pensé (pero no lo pensé bien) forwardear a mis colegas esa mamada de comentario y lo hice con el caption: ¿Como ven a este gato?
De inmediato me apareció un mail del cliente (el gato) que respondió al mío,
What is a gato?
Yo tuve que responder CAT.
Y después con el corazón a mil, inventarle que me equivoque de mail, y que simplemente preguntaba si “alguien había visto a mi gato”
De ahí en adelante me dijo cada vez que me vio,
How is your cat?
No tengo gato
Odio los gatos
Y hasta la fecha me sigue mandando videos cute de pinches gatos.
Han pasado 20 años de ese error.
Y esos son los pequeños errores de los que no solo aprendes, sino que también te joden de por vida.
Pero jamás volví a mandar un reply all sin pensarlo.
Y jamás volví a decir la palabra gato para referirme a un humano, es muy chafa y no soporto cuando alguien más la dice.
Esta cagada es la que yo hubiera contado en una entrevista a los 25 años.
Y como esos pequeños fallos, hay chingos, marcar el celular sin querer y que se escuche tu conversación secreta, o contestar un whatsapp en la ventana incorrecta, o decir mentiras acerca de no poder ir a un lugar y encontrarte a alguien que te acuse en el otro lado…
Y aunque suenen como cagadas menores, pueden tener consecuencias grandes.
¿A dónde voy con esto?
Hablemos más de los errores, hablemos más de las caídas, hablemos más de las cosas que nos han hecho mejores, pues la verdad es una hueva pretender que todo va chingón en la vida.
Estamos llenos de fallas de equipo, más las que se nos pegan de los otros, más las que ejecutamos simplemente por sobrevivir.
Y no pasa nada,
Está mejor y es menos aburrido que nunca mojarse y vivir con el lino siempre planchado.
Los invito a hacer su resume de cagadas, menores o grandes. Y a compartir el aprendizaje o solo reírnos con el error.
Si no la cagáramos seríamos perfectos y si somos perfectos no somos humanos.
Y además seríamos de hueva.
Creo que mis tropiezos, caerme seguido, estar siempre con algún moretón en las piernas, romper copas y romperme la madre, es parte de quien soy.
Y ahí la dejamos porque si me pongo con las cagadas grandotas,
Nomás no acabamos.
#reginatelocuentamejor
