Rosalía y Rauw Alejandro se conocieron en 2019 durante los Latin Grammys; comenzaron su relación, él le pidió matrimonio y tras pasar más de 3 años juntos, la ‘teoría triangular’ hizo de las suyas y su noviazgo terminó. Adiós, compromiso.
¿Qué es la Teoría triangular’?
El triángulo del amor se basa en la pasión, la intimidad y el compromiso, tres componentes que generan bienestar en una pareja.
Pero no solo se trata de atracción física, cercanía afectiva e interés por establecer un vínculo a futuro, la teoría también ha identificado que en las relaciones amorosas existen de varias etapas.
Las etapas de todo noviazgo
El enamoramiento mutuo es el primero. Acompaña a la relación durante los primeros seis meses. La atracción física viene acompañada de la intelectual, que se alimenta de la conversación, la personalidad y hasta el estatus socioeconómico. Hay quienes dicen que existe un cálculo interesado sobre la inversión que se hace en todo noviazgo y el retorno de inversión posterior.
La intimidad sería la siguiente fase. Las investigaciones señalan que durante el enamoramiento se ofrecen detalles de nosotros mismos y se reclama apoyo emocional a la pareja. En ese periodo de tiempo, las opiniones y las actividades del otro resultan interesantes y se experimenta un nivel de tolerancia que puede pasar por alto sus defectos.
Una vez que se han construido las bases de la relación, llega la siguiente fase, que dura alrededor de tres años y medio, y que se concentra en la pasión. Es entonces cuando se incrementa el deseo de intimidad y compromiso.
¿Qué pasa en el cuerpo durante el enamoramiento?
En todo este proceso ocurren cambios a nivel cerebral: se activan regiones cerebrales del circuito “de recompensas” y se liberan las hormonas del amor: la oxitocina y la vasopresina.
A partir del cuarto año, la importancia de la sexualidad desciende; y, al contrario, se exponencia la necesidad de prolongar la relación a largo plazo. Aunque también puede ser que en esta etapa surja el rompimiento.
El dolor asociado con ponerle fin a una relación incrementa la actividad en la ínsula, que es una región cerebral que nos ayuda a aprender de nuestras experiencias. Es decir, permite asociar comportamientos, consecuencias y percepciones.
Si terminó tu noviazgo, es probable que previamente hayas notado un desequilibrio en alguno de los componentes de la ‘Teoría triangular‘.