Por Ivonne Olimón
Nadie nos enseña cómo ser feliz. ¡Si tan solo nos entregaran un manual!
Yo me he dedicado mucho a estudiar el factor del vivir plenamente. Y lo que encuentro como estrategias básicas para gozar los días son estas dos sugerencias.
Define tu intención diario y aprende a generar mayor serenidad a través de tu respiración .
Definir la intención de CÓMO deseas vivir cada día porque prepara tu mente, tus pensamientos y todo tu ser para poder lograrlo y también para estar alerta a los factores en tu medio ambiente que te ayuden a ver ejemplos de tu intención. Por ejemplo: hoy tengo la intención de vivir en paz, tranquila. Y al estar repitiendo “hoy intenciono paz” o mejor aun, escríbelo en un pos-it y pégalo en tu espejo, pon esa imagen en tu pantalla del celular o pon una alarma que te recuerde respirar en paz unas tres veces al día; así podrás empezar a reconocer varias posibilidades de permanecer tranquila, más de lo que lo hiciste ayer.
Podrás manejar mejor tu comunicación con los demás.
Después de definir la intención, recuerda que el cuerpo respira de cierta manera en automático como apoyo a cada estado emocional. Es decir, si estas enojado, tu cuerpo empieza a sentirse más caliente y respirar mas y mas agitdo.
¿Qué pasa si cambiamos nuestra manera de respirar aun al sentir enojo o desesperación? Pues tu cuerpo capta la señal de la respiración calmando el ritmo y buscando la paz y comienza a trabajar en conjunto con todo tu cuerpo y pensamientos para lograr vivir este momento con mayor tranquilidad. ¡Pruébalo!
Respira profundo y pausado por lo menos tres veces seguidas. (Trata de inflar tu pansa al nivel de tu ombligo).
¡Pequeños cambios hacen una gran diferencia!