Por Ximena Cabello
¿Dejas de hacer algo por miedo a que te juzguen?
Seguro, en algún punto de tu vida, no te inscribiste a ese concurso que tanto soñabas con ganar, dejaste de subir una foto a Instagram, por tener un grano, o te comparaste con alguien más.
No nos tenemos que ir muy lejos, en algún punto de mi vida estuve ahí y es completamente normal. No importa qué tan absurdo suene pero, deje de subir fotos a Instagram por miedo a que alguien me criticará por no depilarme las cejas. Evitaba hacer preguntas en clases o dar mi punto de vista, no quería que nadie pensará que era una “tonta” o “forzada”.
Peor aún me equivocaba en algo, ya sea el error pequeño o grande; me decía a mí misma. “Ay que tonta soy, ¿Por qué dije eso? “ Cuando no nos salen las cosas como esperamos, somos las primeras en reprocharnos lo que hicimos mal. Le damos mil vueltas a nuestros errores y hasta nos enojamos. No nos sentimos lo suficiente para merecer eso que tanto soñamos.
A otras veces, basta con verse al espejo para decirse “Que fea me veo hoy”. También se puede confundir con la famosa “pena”, ¿Pena de que? Pena a que piensen que no sabes, a que hablen sobre ti o simplemente una pena irracional.
Como ya les había dicho en mi post anterior, cuando eres consciente de tus acciones puedes trabajar en ti, desde el amor; y así fue. Poco a poco empecé a ser más consciente de mis acciones y me di cuenta que al juzgarme, no sólo me lastimaba sino también le estaba enseñando al mundo a como tratarme. ¿Se imaginan?
No podemos ver como nuestra vida pasa y dejamos de luchar por nuestros sueños, de disfrutar lo que nos apasiona, por solo tener miedo a que los demás nos juzguen.
Debo de admitir que hay días malos, en dónde nos cuesta más no ser tan duras con nosotras, ese es el momento adecuado para abrazarnos, cuidarnos y respetarnos. Aceptando a que somos diferentes, todos nos equivocamos y es parte de aprender y vivir. Todo lo que piensas, se convierte realidad. ¡Así de poderosa es la mente!
Hasta ese momento, me dí cuenta que hay una gran diferencia entre juzgar y tener una crítica constructiva. Cuando te juzgas, dudas sobre tí misma, el valor de persona que tienes sobre sí está bien o mal; mientras la crítica constructiva es corregir y trabajar en tus errores.
No tengas miedo a que la gente te critique o no, el único que se pone barreras eres tú.
¡No olviden seguirme en @ximenaconnx para acompañarme en mi Journey!
#reginatelocuentamejor