Hace 14 años que vivo en Nueva York, y nunca ha dejado de sorprenderme cómo después del Labor Day Weekend la ciudad siempre vuelve a despertar; y esta ocasión tampoco fue la excepción: los museos, las galerías, oficinas y escuelas reabrieron.
Algo que realmente disfruto de esta ciudad son las diferentes opciones gastronómicas que ofrece, desde comer unos tacos de pie que inevitablemente me recuerdan a México, hasta descubrir nuevos restaurantes, y lo que más disfruto es volver a aquellos restaurantes en los que conozco a todo el equipo y que me hacen sentir como en casa.
Pues, así como en los viajes, cuando vamos a restaurantes, creamos recuerdos.
Todavía recuerdo una de mis primeras cenas con unos queridos amigos en Nueva York, en el famoso restaurante La Esquina, en donde, en esos tiempos, era imposible conseguir una mesa; o bien, una de las últimas cenas en el clásico restaurante Four Seasons (ahora cerrado), y pedir de postre el famoso algodón de azúcar. Así como también, comer en la cafetería del Museo de Arte Moderno con mis padres, esos son los recuerdos más valiosos que tenemos.
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Por otro lado, algo que amo de esta ciudad es su resiliencia, y la manera en la que hace que te innoves y te adaptes. Por ejemplo, Estela, abrió por el mes de septiembre con un concepto tipo picnic al aire libre en la pista de patinaje en Rockefeller Center. Pero también, otros restaurantes se han adaptado para poder dar servicio solamente al aire libre, algo que nunca hubiéramos imaginado sobre algunos establecimientos.
El 30 de septiembre es una gran fecha para la ciudad, ya que comenzará a permitir que se coma dentro de los restaurantes.
Por eso, pienso que es tiempo de reflexionar y, en la medida de lo posible, de que apoyemos a los restaurantes, pues la industria restaurantera es vital para la ciudad.
Estoy de acuerdo con lo que dice el gobernador del estado, Andrew Cuomo, sobre que es tiempo de volver a la ciudad, y que las personas que cuentan con los recursos para hacerlo, de verdad lo hagan, para así, poco a poco, reactivar la ciudad. Pues las personas que han sido lo suficientemente afortunadas, y que sus recursos no se han visto afectados, podrían retribuirle ese favor a la ciudad de esta manera, consumiendo y comprando local, es decir, reactivando la economía. Puesto que no debemos olvidar todas las enseñanzas y oportunidades que esta gran ciudad nos ha ofrecido, ahora nos toca a nosotros apoyarla.
Es tiempo de volver a la ciudad y de continuar creando nuevos recuerdos con nuestros seres queridos, obviamente acatando todas las medidas de seguridad, esto con el fin de apoyar a nuestra amada Nueva York.
#ReginaTeLoCuentaMejor
@michelheredia
