Tanto Abelardo Marcondes como yo, Luisa Serna, somos amantes de la aventura y de recorrer lugares.
Cuando surgió la idea de hacer un roadtrip en una muy potente y hermosa camioneta híbrida de Lincoln, la Aviator Grand Touring, a la ciudad de Puebla, no dudamos en aceptar. Pues Puebla es uno de los lugares en México con más historia.
Además, recorrer la carretera en un vehículo con estas características se antojó desde el principio.
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Y vaya que este roadtrip CDMX-Puebla cumplió y superó las expectativas
Abe sabe manejar muy bien, así que yo me relaje y me dediqué a disfrutar el trayecto cómodamente y es que, al ser turbo, realmente parecía que volamos.
Al llegar al Hotel La Purificadora, nos recibieron de maravilla
Salimos rumbo al Museo Amparo, que nos dejó impresionados. A pocos días de reabrir, lo tienen impecable.
Ramiro Martínez, el director, nos dio el recorrido por las diversas salas y nos mostró el arte, desde contemporáneo hasta sacro.


















¡Qué importante cantidad de arte prehispánico tienen!
Me encantó el mural que tienen, realizado por unos artistas recientemente. Al salir a la terraza, sin duda es la mejor vista de la ciudad.
En momentos así es cuando captas lo cerca que está Puebla de la Ciudad de México, lo mucho que ofrece y que vale la pena visitarla más seguido. No solo por su cultura sino por su gastronomía también.



De ahí, nos dirigimos a comer al restaurante Augurio, también en el centro y ¡qué delicia!












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