Actualmente, ya no pensamos que el protector sol es para verano, ahora sabemos que es uno de los básicos en la rutina y debemos utilizarlo los 365 días al año.
Cada año salen nuevos productos con nuevas fórmulas, diferentes texturas y formatos y esto hace que aumente la variedad y nos surjan nuevas dudas como:
¿Son mejores filtros químicos o físicos?, ¿Qué tipo de radiación solar existe?, ¿Tendré problemas con la vitamina D si abuso del protector? ¿Tengo que usar protección solar los días nublados? ¿La ropa puede tener factor de protección solar?, ¿ Y me protegería del sol?, ¿Cómo se mide el SPF?, ¿Cuál es la que debo de usar?, ¿Puedo reutilizar el protector solar que me sobró del verano pasado?¿Hay filtros solares que producen más impacto medioambiental que otros?, ¿Puedo usar una crema solar en lugar de mi hidratante de día?
Poco a poco vamos a ir resolviendo estas dudas. Comenzamos con la primera parte:
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¿Son mejores unos filtros que otros?
Los protectores solares funcionan gracias a una serie de ingredientes llamados filtros.
Los hay de dos tipos: filtros físicos y filtros químicos.
Los filtros físicos a los que también se les llama filtros minerales, son óxido de titanio y óxido de zinc. Explicado de forma resumida y sencilla, estos actúan como espejos que reflejan la radiación ultravioleta, done la radiación ultravioleta es absorbida y rebota como radiación de menor energía, inocua para la piel.
Su ventaja es que protegen de los rayos UVA y UVB.
Su desventaja es son de un intenso color blanco, haciendo que algunas cremas solares dejen un antiestético color blanco en la piel, pero actualmente se están mejorando las formulas y la cosmeticidad cada vez es mejor, siendo más agradables de aplicar.
Por otro lado tenemos los filtros químicos conocidos también como filtros orgánicos.
Los filtros orgánicos actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta. Captan la energía procedente de los rayos UV y la “convierten” nuevamente en radiación térmica, que totalmente inocua para la piel.
En función de la radiación absorbida se distingue entre los filtros UVB, UVA y de amplio espectro.
La ventaja de los filtros químicos es que son muy fáciles de aplicar, se extienden bien, es decir tienen una alta cosmeticidad, no dejando el rastro blanco en la piel y pueden estar presentes en fórmulas hidratantes. Además tienen una alta foto-estabilidad y no irritan.
Desventaja es que algunos de ellos pueden degradarse por acción de la luz, es decir, se gastan, cosa que no ocurre con los físicos. Eso implica que los tiempos de reaplicación de los productos con filtros químicos se reducen. Normalmente estos filtros van asociados a otras sustancias llamadas fotoestabilizadores, que evitan que esto ocurra.
El fotoestabilizador más común es el octocrileno. Éste impide que el filtro químico se degrade y llegue a penetrar en la piel, evitando así posibles intolerancias.
Filtro químicos más comunes que podemos leer en las etiquetas:
- Avobenzona
- Oxybenzona
- Octinoxate
- Tinosorb S o M.
- Uvinul T150 y A plus, etc.
También existen filtros químicos como Mexoryl que son estables a la luz y que se utilizan para formular productos destinados para pieles sensibles y para niños. Es un mentira eso de que los productos solares específicos para pieles sensibles solo lleven filtros físicos, ya que también pueden y deben llevar filtros químicos.
Ninguno de ambos filtros son perjudiciales para la salud, si están en el mercado es que son seguros y eficaces. No debemos de tenerles miedo.
Actualmente la formulación de las cremas de protección solar están compuestas por los 2 tipos de filtros, físicos y químicos, aprovechando las ventajas de ambos.
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¿Qué tipo de radiación solar existe?
La radiación solar que llega al planeta Tierra es de 3 tipos:
- La de mayor energía es la radiación ultravioleta (UV),
La radiación ultravioleta emitida por el sol se divide en UVA, UVB y UVC, de menor a mayor energía, pero como la atmósfera terrestre absorbe gran parte de esta radiación, el 99% de los rayos ultravioletas que llegan a la superficie de la Tierra son del tipo UVA y el 1% son UVB. La radiación UV-C, que sería la más peligrosa para la salud, no llega a la Tierra porque es absorbida al 100% por el ozono y oxígeno de la atmósfera, por lo que no debemos de preocuparnos.
Esta radiación ultravioleta, es la que genera los temidos radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro y del cáncer de piel.
- La radiación visible (la única que podemos ver y observar como colores). De baja energía
- La radiación infrarroja (IR) que es la de menor energía y es responsable del calor
Para saber si un protector solar nos protege tanto del UVA como del UVB, hay
que fijarse y ver este símbolos en el envase. Si aparece la palabra UVA
rodeada por un círculo significa que ese producto nos protege tanto del UVB
como del UVA.
Para saber si un protector solar nos protege tanto del UVA como del UVB, hay que fijarse y ver este símbolos en el envase. Si aparece la palabra UVA rodeada por un círculo significa que ese producto nos protege tanto del UVB como del UVA.
Por lo que debemos de preocuparnos exclusivamente por la radiación UVA y UVB. Para saber si un protector solar nos protege tanto del UVA como del UVB, hay que fijarse y ver este símbolos en el envase. Si aparece la palabra UVA rodeada por un círculo significa que ese producto nos protege tanto del UVB como del UVA.
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¿Cómo afecta la radiación UVA y UVB a mi piel?
Recordemos que la capa más externa de la piel es la epidermis. Debajo estará la dermis y la hipodermis. Los rayos UVB, más energéticos, penetran poco en la piel, pero son los que provocan las quemaduras, el eritema, el enrojecimiento y aumentan el riesgo de cáncer. Las radiaciones UVB actúan sobre los melanocitos (que son las células que producen melanina) consiguiendo que se active la producción de melanina.
Por otro lado, los rayos UVA son los responsables del fotoenvejecimiento de la piel ya que penetran hasta la dermis, deteriorando la elastina y el colágeno, responsables de la elasticidad y firmeza de la piel.
La radiación UVA actúa oxidando la melanina, la sustancia responsable del color de la piel, lo que provoca un bronceado directo que se caracteriza por desaparecer rápidamente. Es decir, la radiación UVA oxida la melanina y la UVB hace que se produzca más melanina. Ambas procesos suceden en las células (los melanocitos) de la piel.
Pero es importantísimo saber que la piel reacciona de esta manera como mecanismo de defensa natural del cuerpo. Si ha hay bronceado, quiere decir ha habido una contacto con los UVA y UVB y la piel se ha tenido que defender de esta agresión.
Por último destacar que un reciente estudio científico ha demostrado que la luz visible
(más en concreto la luz azul de 380 nm, emitida por el sol y por los dispositivos electrónicos) provoca también un envejecimiento prematuro en la piel y una aparición de manchas. Y también se ha visto que la radiación infrarroja (IR) provoca un efecto negativo, que además se ve potenciado cuando se combinan con los rayos UVA*.
Acelerando así el envejecimiento de la piel y provocando una degradación del colágeno y al mismo tiempo que disminuye su síntesis.
En resumen, este estudio científico* demuestra que los rayos UVA no son el único tipo que puede penetrar profundamente en la piel, sino que también los infrarrojos y la luz visible también pueden dañar a las células, y se produce una sinergia (se potencian los efectos negativos) cuando se combinan estos 3 tipos de radiación.
* https://faseb.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1096/fj.201902351RR
Pero no hay que preocuparse, hay que ocuparse y para eso tenemos unos magníficos productos de protección solar con los que nos debemos de proteger correctamente y evitar así cualquier problema en el futuro.
Tampoco no nos olvidemos que la exposición solar tienen muchos beneficios tanto a nivel psicológico como físico. El sol es parte de nuestra vida.
Continuáremos resolviendo más dudas en el próximo artículo. ¡Mucho ánimo!
Un día más de cuarentena es un día menos
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