Cada año nuevo, todos nos preparamos con nuevas metas y objetivos, y uno de los más comunes es empezar una “dieta” para perder peso.
Siempre van a existir dietas de moda o productos milagrosos que prometen una perdida de peso rápida, pero por que a finales de enero más del 80% de las personas que empezaron una “dieta” ya la abandonaron?

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Quizá piensas que tú tienes la culpa de que no funcionó la dieta, pero yo no lo creo. La realidad, es que las dietas…¡NO FUNCIONAN! ¿Cuántas dietas, retos, détox has realizado en el último año?
La restricción es una invitación segura para que no puedas cumplir tu dieta. A largo plazo te pueden llevar a tener un aumento de peso, un estilo de vida menos saludable, y aumenta tu vulnerabilidad de comer emocionalmente.
Si realmente funcionaran, a finales de enero todas hubiéramos logrado nuestro meta. Muchos planes nos exigen hacer cambios drásticos de un día a otro.
Para el día viernes, queremos tirar la toalla porque nos piden eliminar cierto grupo de alimentos, hacer ejercicio, dormir lo suficiente, etc.
Tenemos que buscar hacer cambios en plena consciencia y de la manera más nutritiva para que sean sostenibles. Te voy a dejar algunos pequeños cambios que puedes incorporar a tus hábitos:
- Reduce la exposición a toxinas y químicos.
- Toma mínimo 1 litro de agua simple al día.
- Disminuye el consumo de bebidas con cafeína.
- Dale prioridad a tu sueño.
- Incorpora un habito para poder disminuir los niveles de estrés
- Escucha a tu cuerpo.
- Cuida tu salud intestinal
- Elimina el consumo de azucares y harinas refinadas
- Actívate por 30 minutos 2 veces a la semana.
- ¡Disfruta el proceso!
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