La piel propensa al acné y la grasa suelen ir de la mano, pero en realidad existe una gran diferencia entre los dos problemas relacionados. Ambos tipos de piel tienen producción excesiva de sebo (también conocido como el aceite producido naturalmente por la piel), los que tienen brotes, además de su cutis graso, se dice que probablemente tienen “niveles más bajos de lo normal de ácido linoleico en el sebo”.



¿Qué es el ácido linoleico?
Es un ácido graso esencial omega 6, también conocido como vitamina F, que se encuentra en el aceite de la piel y que las glándulas sebáceas usan para la producción normal de sebo, calma la piel y el folículo, y por lo tanto puede calmar el acné.
La ausencia o baja producción de ácido linoleico en la piel puede producir un exceso de sebo. Esto contribuye a los bajos niveles de ceramidas y da como resultado una barrera cutánea alterada que puede producir brotes. Incluso esta alteración de ácido linoleico en la piel, por el contrario, te puede generar piel seca.



Propiedades del ácido linoleico
Debido a sus propiedades emolientes, el ácido linoleico tiene beneficios hidratantes, suavizantes y protectores. Es un ingrediente milagroso para la piel, ya que poporciona hidratación y tersura. Además, uno de los mayores beneficios del ácido linoleico o vitamina F para la piel es su capacidad para mantener y fortalecer la barrera cutánea.
El ácido lineoleico sirve para el desarrollo de las ceramidas, que son grasas naturales benéficas que rellenan las grietas en la capa externa de la piel y mantienen una barrera cutánea saludable.
¿La mejor parte del ácido linoleico?
No es irritante y se puede usar como ingrediente tópico en las rutinas del cuidado de todo tipo de piel. Si tienes piel seca o propensa al acné puedes encontrar este ingrediente particularmente útil, incluso si la causa de tu acné no se debe a los bajos niveles del ácido, este sigue siendo excelente. También quienes tienen piel irritada, inflamada o seca se beneficiarán de la adición de ácido. Ayuda a agregar humedad, calmar la inflamación y mejorar la barrera general de la piel.



¿Cómo incorporarlo en tu rutina?
Existe una gran variedad de limpiadores, sueros y humectantes faciales con este ingrediente que te ayudarán a cuidar tu piel. También los encontrarás en tratamientos para el acné. Si tienes dudas o algún problema más en tu piel, acude a tu dermatólogo.
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