Hoy, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer y, aunque debería de ser algo que recordamos los 365 días del año, me gustaría hacer una pequeña reflexión de lo que significa ser mujer y de por qué debemos sentir orgullo al respecto. Ojo, esto no significa hacer menos a los hombres y quitarles crédito de lo que muchos nos suman en la vida.
8M: ¿qué significa ser mujer más allá de los estereotipos impuestos y las etiquetas?
Definitivamente, no creo que seamos una imagen, un peso o un género. Somos seres humanos, tan simple como eso. Humanos con el súper poder de crecer una nueva vida en nuestro vientre. Con brazos que logran ser el mejor lugar para crecer generaciones, hasta dar los abrazos más reconfortantes o cocinar con el ya conocido “toque casero”.
Somos humanos con una montaña de sentimientos y emociones incluidas y que, muchas veces (perdón hombres) no sabemos controlar, pero aún así, tratamos de dar lo mejor en situaciones que muchas veces nos dictan todo lo contrario.
Somos humanos que, mes con mes, tenemos la oportunidad de ver lo indescriptible que puede ser el comienzo de una vida.
Humanos que, sin la ayuda de todos los hombres que nos han dejado ser, no seríamos.
Humanos que, aún teniendo todo en contra, encuentra la forma y conquista cualquier montaña.
Y tenemos la habilidad de atender más de una cosa a la vez y no perder el foco de lo que realmente nos importa.
Somos humanos que nos estiramos desde el cielo hasta cualquier océano y compartimos género con la creadora de todo, la Madre Naturaleza.
Estamos hechas de sueños, ambiciones, alegrías, metas, preocupaciones, tristezas y emociones que diariamente nos definen y complementan.
Tenemos una misión de vida
Somos polvos de estrellas que están destinadas a cumplir una misión en esta vida y que, sin cada ser vivo que habita en esta Tierra, no sería la gran persona que es hoy en día.
Lo que quiero decir con esto es que no hay rivalidades entre hombres y mujeres, somos humanos con misiones completamente diferentes que de una u otra forma muchas veces se complementan. Que el uno sin el otro no existiría y que, sin respecto y honra entre géneros, será complicado llegar a una verdadera equidad de género.
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